viernes, 25 de mayo de 2012

Muy fan del pan

Aquí lo tenemos... tachán! el gran enemigo de las dietas, el demonio de la nutrición, el alimento prohibido, el anticristo y el chupacabras unidos jamás podrían concebir algo tan horrible. Sí, hablamos del pan, lo primero que nos quitamos cuando estamos a dieta cuando debería ser lo primero que comemos cuando queremos cuidarnos.


Que el pan engorda es una de las premisas más escuchadas desde hace bastante tiempo pero realmente su valor calórico en 100 gramos es de unas 240 kcal tanto de pan blanco como en su versión integral, por lo que desmentimos el mito de que el pan integral es menos calórico. ¿Os parece mucho? recalco que 100 gramos de pan es casi media barra que nos dejaría saciados durante un buen rato. Si lo comparamos con un donut, un bollycao u 8 galletas, estos tres, con la mitad de peso aportan la misma cantidad de calorías y solamente de azúcares que hacen que tengamos hambre al rato.

Estamos viendo que el pan no es tan energético como pensábamos pero ¿por qué es bueno tomarlo?

- Aporta hidratos de carbono complejos, principalmente almidón, que retrasan el vaciamiento gástrico. Posteriormente el organismo lo fragmenta y lo convierte en glucosa que aporta energía al organismo.
- Tiene un bajo contenido en grasa y carece de colesterol por lo que no tiene sentido apuntarlo como el causante del fracaso en las dietas de adelgazamiento o de la obesidad.
- Tiene entre un 8 y un 10 % de proteínas que lo convierten en el complemento perfecto de los alimentos proteicos.
- Posee (sobre todo en la versión integral) un alto contenido en fibra aumentando así la sensación de saciedad durante más tiempo y favoreciendo la motilidad intestinal.
- Es destacable además su elevado contenido en minerales como hierro, zinc y magnesio y la alta presencia de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6 y ácido fólico).

Con respecto a que la miga es la parte del pan que engorda más es importante aclarar una cosa: el pan se hace principalmente con harina, agua y sal, se amasa, se fermenta y demás y se hornea, la corteza solamente es pan tostado, es decir pan con menos agua, por lo que al llevar menos agua en un mismo peso la corteza engorda más.

Por todo esto hay que comer pan, eso sí, con moderación, como todo en esta vida. Un adulto sana con un estilo de vida normal y una actividad física diaria moderada puede ingerir perfectamente unos 250-300 gramos de pan al día (aproximadamente una barra y cuarto) y en caso de querer perder peso lo suyo es no rebajar la cantidad de pan por debajo de 100 gramos/día.

En conclusión no hay que tenerle miedo al pan sino a lo que se le añade al mismo: aceites, mantequillas, sobrasadas, patés, embutidos, cremas al cacao...

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