sábado, 13 de julio de 2013

La dieta de la tirita, o cómo sufrir literalmente la pérdida del peso

Creía que lo había visto todo en dietas: la de la alcachofa, disociada, bocadillo, dukan, flash, mochila... en fin, innumerables planes que prometen una rápida pérdida del peso corporal y sin apenas esfuerzo (en algunos casos). El caso es que todos los años me sorprenden y los veranos no serían tal si no saliera a la palestra un nuevo método de adelgazamiento que desbancara de un plumazo a todos los anteriormente conocidos.

Éste del que os voy a hablar hoy no sé si será la revelación del verano pero lo que sí os digo es que a mí me ha traumatizado bastante.

El mecanismo es bastante sencillo, pagas unos 2000 dólares y el cirujano plástico (un lumbreras llamado Nikolas Chugay) te cose (sí, cose) una tirita de plástico duro (el mismo que emplean para "reparar" las hernias) en la parte superior de la lengua. De esta forma no tienes forma humana de tragar nada sólido, si me apuráis es posible que apenas puedas tragar líquido, por lo que la pérdida de peso está asegurada. Eso sí, no más de un mes porque cabe la posibilidad de que una vez transcurrido ese tiempo la lengua comience a regenerarse quedándose incrustado este parche de por vida.

Conclusión, te tiras un mes ingiriendo poquísimas calorías al día, con dolor cada vez que comes, bebes o incluso hablas (por no hablar de cantar, besar...) y con problemas de exceso de salivación (perdiendo incluso el control del babeo). Todo esto con las consecuencias psicológicas (ansiedad, malhumor, depresión, problemas en las relaciones sociales) o físicas (mareos, debilidad...) que pueda acarrear . Por supuesto, se pierde peso, pero este peso, debido a la rápida pérdida del mismo, suele ser agua principalmente y glucógeno y proteína muscular. Para colmo, a la piel no le da tiempo a retraerse y aparecen estrías y flacidez bastante rápido, obteniendo una bonita apariencia de balón de playa desinflado.

En resumen, un cuadro. Y yo, por más vueltas que le doy no logro concebir semejante atentado contra uno mismo. Como siempre numerosas preguntas me rondan la cabeza: ¿quién paga semejante cuantía de dinero para que le conviertan la lengua en un cromo? ¿por qué lo hacen? ¿solamente por perder peso? ¿en serio? A este ritmo, y con este perfil de clientes con los que todo vale, los próximos métodos de adelgazamiento serían algo así como: "Pierde 15 kilos con el método Guantánamo" o "Luce como una top model con la dieta de la mordaza"

Anoche lo hablaba con unos amigos y todos llegábamos a la misma premisa: preferimos tener vejigas en los pies antes que tiritas en la lengua... ¿y vosotros?

1 comentario:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...